La composición de un abanico es sencilla y se divide en dos partes distintas: por un lado tenemos la baraja, que es la base flexible y dura del complemento, mientras que el país es el tejido que cubre las dos caras del abanico y que se suele adornar con patrones o dibujos.
Dependiendo del tipo de abanico que escojamos, la composición del abanico puede variar ligeramente. Por ejemplo, el abanico con forma de violín se llama así porque, al cerrarlo, se parece al perfil del instrumento. La estética de este abanico incluye plumas y lentejuelas.
Pero si nos decantamos por el elegante abanico indicio, la base dura del accesorio se elabora con marfil o madera, mientras que el abanico mágico tiene un diseño muy divertido. Este diseño se caracteriza por enseñar patrones o dibujos totalmente distintos en una cara y en otra.
Veamos ahora todas las partes de un abanico para entender mejor este complemento de moda:
El clavillo, a veces llamado ojo, es el clavo que une las varillas del abanico y permite que estas se separen de una dirección a otra. Lo curioso de este elemento que une el accesorio es que las varillas se engarzan por la entrada del clavillo y se remachan por el extremo de salida.
Esta confección es importante porque permite que las varillas del abanico no se salgan de su sitio al mismo tiempo que giran sobre el eje del clavillo, el cual atraviesa todo el varillaje.
Llamamos fuente a la primera parte de la varilla, que suele estar descubierta y no siempre tiene una tela o piel que la cubra. Otros tipos de abanicos sí que recubren la fuente con telas.
La baraja puede entenderse como el esqueleto o la base que compone el abanico. Esta base se caracteriza por componerse de tiras en forma de triángulo, todas perforadas en un extremo. La baraja es una base plegable y dura que puede estar hecha de varios materiales diferentes.
Las varillas son cada una de las tiras rectangulares que se elaboran a base de materiales diferentes, como pueden ser la caña, el bambú o el plástico. La longitud y la anchura de las varillas son idénticas en todos los tipos de abanico y tienen un agujero en un extremo.
Entendemos por fuente de varilla esa primera parte del abanico que se encuentra en la zona del clavillo. Lo entendemos como el extremo más prominente de este accesorio de moda.
El guarda pulgar tiene este nombre porque es el área del abanico donde solemos apoyar el pulgar para abanicarnos. Se encuentra justamente después de la zona del clavillo y es una parte ligeramente más ancha y espaciosa que la fuente de la varilla.
También conocido como paisaje, el país es una de las partes principales del abanico. Está compuesto por un tejido que puede ser piel, papel o tela. La función de este tejido es actuar como una membrana protectora que recubre las varillas en el segundo tramo del varillaje.
Esta membrana protectora tiene pequeños pliegues que permiten que podamos abrir y cerrar el abanico, mantenerlo rígido o plegarlo. Todo el tejido suele adornarse con dibujos y patrones diversos, además de encajes y bordados de tela. El extremo acaba en puntilla o ribete.
La guía constituye la segunda parte del varillaje. Es aquí donde se suele colocar el país para poder hacer su función de abanico, así como para poder plegarlo, mantenerlo rígido o abrirlo.
La cabera, que también se conoce como pala o varilla maestra, se caracteriza por ser la primera y última varilla del abanico. Reconoceremos la cabera porque es más gruesa respecto al resto de varillas.
La cara externa del país que vemos en el abanico y que está completamente decorada es lo que entendemos por ribete.
El calado incluye una serie de orificios que están justo en la parte de arriba de las varillas. Gracias al calado, el abanico puede hacer su función aerodinámica, es decir, nos puede dar aire al mismo tiempo que sirven de decoración.
El mango es sencillamente la parte que utilizamos para sostener el abanico y manejarlo. Esta parte es rígida y nos ayuda a mantener el complemento estable mientras lo movemos
Los padrones del abanico son un tipo de material que actúa como un escudo protector para que las varillas no se desgasten cuando se cierran ni se deterioren por los golpes. Como es un escudo, el material de los padrones es algo más grueso y resistente, como el marfil o el carey.
Para localizarlo, sencillamente tenemos que observar el clavillo del abanico. El material rígido en el que está adherido el clavillo son los padrones. Antiguamente, las varillas se remachaban directamente sobre las varillas, pero los nuevos abanicos incluyen este material protector.
El abanico es uno de los complementos de moda con más historia española. Su utilidad traspasaba el mero acto de darnos aire y constituía un símbolo de prestigio y autoridad social.
La composición del abanico es muy sencilla y se conoce por estar dividida por dos partes, que son la baraja y el país. Mientras que la baraja puede entenderse como la base compuesta de varillas, el país es la parte más creativa y es donde se pintan dibujos y motivos exquisitos.
Los materiales de los que se componen el abanico son variados y todos están pensados para proteger el uso de este accesorio. Todas las maderas tipo noble, como el sándalo, sumadas al hueso y al marfil, permiten confeccionar unos abanicos perfectos que suman en elegancia.
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