Los primeros abanicos rígidos que se conocen son probablemente los representados en pinturas y bajorrelieves en la tumba de Tutankamon (aprox. 1350 AC) y los descubiertos posteriormente en China (aprox. 200 A.C.). Estos primeros abanicos estaban hechos de plumas, juncos, tejidos, bambú, papiros, pergaminos o madera. Más tarde se pasaría a la construcción en seda y papel.
Es fácil imaginar que el abanico tuvo su origen en las regiones cálidas del planeta, cuando los primeros pobladores agitaban hojas de tamaño adecuado para refrescar el cuerpo y alejar a los insectos. En los últimos 3.000 años, el abanico ha servido como objeto ceremonial, tesoro, recuerdo, regalo, complemento de moda, artículo de coleccionista o artículo publicitario. Se cree que los abanicos desplegables tuvieron su origen en Oriente (aprox. 900 D.C.) y su aceptación se extendió rápidamente, debido a su comodidad para el uso personal. Actualmente, el abanico es un complemento de moda que se utiliza incluso en lugares alejados de regiones cálidas, como teatros, discotecas, estudios de televisión, etc.