Desde que el abanico se inventara en las antiguas civilizaciones egipcias y asiáticas, este instrumento simbólico de la realeza no ha dejado de reinventarse. Su importante asociación con el mundo artístico ha servido para embellecer los movimientos sutiles de la danza.
De hecho, la popularidad del abanico no dejó de crecer ya en sus orígenes. Desde que los faraones y emperadores orientales exhibieran los primitivos quitasoles como una muestra de su autoridad, los griegos, etruscos y romanos imitaron su uso en las ceremonias religiosas.
Aquí ya se atisbaba el protagonismo que el abanico habría de tener en actos conmemorativos. Los gestos hipnotizantes que las personas hacían con este instrumento, fabricados con relieves y materiales preciosos, se volvieron una parte fundamental de la vida cotidiana en Europa.
Pero ¿cómo evolucionó el abanico hasta desarrollar una historia artística propia? Sus inicios en la danza comenzaron entre sociedades paganas de tiempos remotos, que alababan a figuras divinas con un rico lenguaje no verbal. Este lenguaje, a su vez, lo heredaría la danza moderna.
Aunque hace 2.000 años que se ideó el abanico para refugiarse del sol y evitar las ventiscas de arena en tierras exóticas, no fue hasta el año 200 después de Cristo que la dinastía china Han le otorgó un significado bello y trascendental, formando parte de las danzas folclóricas del país.
El papel del abanico en estas danzas folclóricas chinas era tan importante que se fabricaba con materiales ornamentales variados y ricos, como el bambú, el marfil, el jade o las plumas de aves. El objetivo era que todos los abanicos de la danza pasasen de generación en generación.
Y tal objetivo se consiguió con éxito, pues muchos bailes antiguos se practican en la actualidad con el abanico en mano. Hoy en día, sabemos que estos bailes antiguos celebraban las buenas cosechas, así como la pesca y la caza abundante. Se hacían en el día del reparto de comida.
Por tanto, el protagonismo del abanico en la danza folclórica de la dinastía china Han marcó el nacimiento de este instrumento como elemento artístico. En este contexto primitivo, su uso pretendía comunicar emociones y marcar eventos importantes sin tener que usar palabras.
Sabemos que los primeros bailes folclóricos que utilizaron el abanico como complemento artístico eran chinos, pero su valor simbólico se encontraba tan arraigado en la cultura que, inevitablemente, también terminó estando presente en otras sociedades posteriores.
Son principalmente dos tipos de danza con abanicos los que necesitamos conocer:
Entre los bailes folclóricos orientales no solo merece la pena destacar la danza china tradicional. Los coreanos y japoneses también se beneficiaron de los movimientos bellos del abanico para celebrar eventos conmemorativos, como el recuerdo de los ancestros.
Si queremos presenciar las actuaciones japonesas y coreanas donde predominan los movimientos artísticos del abanico, podemos hacerlo incluso hoy en día. En el Festival Obon, que se celebra en agosto en Japón, se practica el baile Bon Odori desde hace 600 años.
También podemos presenciar el baile tradicional de Corea, llamado Buchaechum, donde el abanico se mueve grácilmente para celebrar eventos culturales y religiosos del país. Este baile se inspiró en el aleteo gentil y sencillo de las mariposas, y suele protagonizarse por mujeres.
La tradición del abanico no tardó en aterrizar en el Occidente, donde los griegos y romanos utilizaban este instrumento tanto con fines conmemorativos y religiosos como con objetivos puramente prácticos, como era el caso de los esclavos que refrescaban a gentes de clase alta.
Pero el uso del abanico en la danza sí que fue tardío. Alrededor del siglo XIX, los espectáculos Burlesque vieron este instrumento como un gran complemento al que las bailarinas podían recurrir para sugerir sensualidad mediante movimientos sutiles y excepcionalmente armónicos.
Hoy en día, podemos acudir a uno de estos espectáculos burlescos en cualquier país de Occidente. No obstante, siempre es buena idea presenciar esta danza con abanicos en cualquier club de Chicago, donde tuvo lugar el nacimiento de un baile tan bien reconocido.
Es imposible imaginar un baile flamenco sin pensar en el protagonismo del abanico. Este instrumento derrocha un conjunto de movimientos estratégicos que marcan el lenguaje artístico de la bailarina, junto al ritmo del tacón y los gestos de los volantes y el mantoncillo.
En el flamenco impera tanto la belleza de los movimientos como la interpretación de la artista sobre las tablas. El abanico supone el apoyo de la bailarina para gesticular emociones, por ejemplo, arrojar el abanico sobre el escenario alude a sentimientos intensos y negativos.
Pero, de presenciar algún baile flamenco en España, nos daremos cuenta de que la artista no utiliza cualquier tipo de abanico. De hecho, el abanico que predomina en la danza flamenca es más grande de lo habitual y se llama abanico pericón, adornado con elementos llamativos.
La carga visual del abanico pericón en el flamenco está pensada para crear una mayor intensidad sentimental en el público, ya que este instrumento tiene tanto valor simbólico como el propio baile o el cante. Manejar el abanico en el flamenco requiere mucha destreza.
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That small company that was born in the shelter of a select public for which pieces of the purest crafts were made, is today an entity that operates on an international scale dividing its production between Asia and Europe, and that exports its products to countries of the five continents and an increasingly diverse audience.
ABANICOS APARISI S.L. ha recibido por parte de La Generalitat Valenciana, la cantidad de 100.000 € en apoyo al proyecto HISOLV/2021/3933/46 del PLAN EMPRESARIAL “PLAN RESISITIR PLUS”.
ABANICOS APARISI S.L. ha recibido por parte de La Generalitat Valenciana, la cantidad de 7.000 € en apoyo al proyecto CMARTE/2021/265/46 del PLAN AYUDAS DIRECTAS ARTESANIA “CMARTE”.