El abanico tiene una trayectoria histórica que abarca alrededor de 4000 años, un tiempo que ha servido para transformar y reinventar un instrumento útil que alivia el calor en un accesorio de moda que se ha ganado un hueco especial en las pasarelas de las marcas más admiradas.
Desde Egipto, la Antigua Grecia y pasando por China, Corea, Europa y Estados Unidos, los abanicos son complementos que han conseguido cruzar fronteras a lo largo de los siglos sin perder su función esencial y aportando un toque inolvidable a nuestro estilo de vestir.
Con las múltiples transformaciones del abanico a lo largo de la historia también se reflejan muchos cambios propios de las sociedades. Durante mucho tiempo, los abanicos fueron los grandes presentes en las altas esferas y protagonizaron la revolución que supuso el comercio.
En este artículo descubriremos la fascinante evolución de los abanicos en el mundo, cómo han llegado hasta nuestra era y por qué se ha gestado una inmensa tradición alrededor de un accesorio de moda que siguen luciendo celebridades del espectáculo y miembros de la realeza.
¿Por qué se inventó el abanico?
Actualmente ya hay registros históricos que apuntan que el primer abanico se inventó en el Antiguo Egipto y hay tumbas de faraones tan conocidos como Tutankamón que contenían este complemento en su versión más primitiva, dado que se consideraban objetos sagrados.
Con el tiempo, esta idea divina del abanico traspasó civilizaciones y también encontramos algunos restos de abanicos de mano datados del siglo IV a.C. en la Antigua Grecia. Hasta entonces el abanico estaba reservado a gobernadores, reyes, emperadores y príncipes.
A partir de la era medieval y tras la entrada discreta del abanico en Europa por medio de algunos comerciantes que exploraban las tierras más exóticas del mundo, este complemento no perdió su cualidad sagrada y se usaba para espantar a las moscas durante las misas.
Por lo tanto, los abanicos se inventaron primeramente con la intención de servir para multitud de ceremonias sagradas de civilizaciones antiguas y ritos religiosos medievales, además de ser un instrumento de enorme utilidad para refrescar a las élites que gobernaban los imperios.
El rol del abanico en Asia
Mientras que Occidente y África reservaban importantes virtudes religiosas y meramente prácticas al servicio del abanico, Asia se dejó seducir por la belleza de este complemento y lo convirtió en un apéndice de sus pueblos antiguos para reflejar la sabiduría y el arte.
Además de esto, la tradición de los antiguos pueblos chinos nos revela el importante papel que tuvo el abanico para que los campesinos pudieran trabajar en el campo en los meses de máximo calor, haciendo sus labores al mismo tiempo que se refrescaban y se secaban el sudor.
Pero más allá de sus fines funcionales, los abanicos asiáticos también eran protagonistas de muchas ceremonias y rituales que exigían vestirse con prendas cargadas de simbolismo. Por entonces, el abanico plegable se reservaba para los señores y el rígido para las damas.
Fue inevitable que el uso del abanico y su importancia en eventos trascendentales para los antiguos pueblos chinos terminara haciendo de este complemento todo un emblema pensado para reflejar el poder, el sentido estético individual y el estatus social de los habitantes.
.jpg)
¿Cómo se empezó a comerciar con el abanico?
Tuvieron que pasar muchos más siglos hasta que el abanico se convirtiera en un accesorio de moda que merecía la pena introducir en los mercados. Fue a finales del siglo XVIII cuando el comercio estadounidense y chino puso de moda el uso del abanico brisé, principalmente.
No obstante, los abanicos hechos de plumas, de papel o de palma también eran muy vendidos entre la clase media de Estados Unidos. Las damas habían empezado a heredar el complejo lenguaje de señas que se hablaba con el accesorio y que hoy entendemos como campiología.
Atrás fue quedando la simbología ritualística del abanico que encontramos en las civilizaciones antiguas. Durante la plena oleada de inmigración británica en tierras estadounidenses, tanto dinamismo cultural hizo que los abanicos empezaran a relacionarse con el estilo y la moda.
Este complemento tan útil y bello se veía muy exótico a ojos de europeos atraídos por la lejanía de las culturas asiáticas. De hecho, el creciente interés de la nobleza provocó que surgieran cada vez más fabricantes de abanicos en lugares emblemáticos como Valencia, España.
La moda moderna y la tradición del abanico
A partir del siglo XIX y hasta nuestros días la moda europea usó el abanico para complementar los atuendos, más allá del sentido del poder y la autoridad social. Por entonces, tanto el tamaño como los adornos del abanico pasaron por cambios significativos y revolucionarios.
Los abanicos plegables y fabricados con materiales muy flexibles se convirtieron en una parte imprescindible de la moda femenina, mientras que los abanicos rígidos y hechos con materiales duros se reservaban para ocasiones domésticas en el interior de la casa familiar.
La decoración del país y el relieve del varillaje se trazaba con escenas pictóricas donde destacaban las figuras florales y los pájaros exóticos, aunque también se aprovechaba el lienzo del abanico para pintar algunos eventos religiosos cargados de mucha simbología.
Los materiales de este complemento siguen siendo la madera de abedul o el papel, pero hace siglos era común que el varillaje estuviera formado de marfil y el país de cuero. El abanico de baraja, el abanico reversible o el abanico de violín son algunos de los modelos vendidos.
Hoy en día, muchos diseñadores que defienden firmas importantes como Abanicos Aparisi o el diseñador Camille Charrière bajo la marca Fern, siguen interesados en explorar el registro creativo amplio que tiene el abanico, renovando una vez más el significado de este accesorio.
